Hoy tenemos una de las jornadas de traslado más larga de todo nuestro viaje. Abandonamos Montreal después de 3 jornadas y nos dirigimos más al norte, hacia Tadoussac, donde se encuentran nuestras ansiadas ballenas. Pero antes tenemos que hacer escala en Quebec, donde cogeremos un coche de alquiler para llegar a Tadoussac. Nosotros somos partidarios de viajar en transporte público siempre que sea posible, pero llegar hasta Tadoussac está muy limitado a si que no nos queda más remedio que alquilar un coche.
Nos levantamos temprano ya que el tren hacia Quebec sale a las 09:00 y tenemos casi un kilómetro caminando para llegar desde nuestro apartamento hasta la estación de trenes. Con las maletas a cuestas ( y muy pesadas ) vamos caminando por las calles de Montreal, que tienen continuas subidas y bajadas, lo cual es matador.
Finalmente llegamos a la estación, la cual se encuentra en plena ebullición. Nos toca hacer cola antes de bajar al andén. Como ya nos pasara en el viaje de Ottawa a Montreal, los revisores van paseando por la cola intentando averiguar si las maletas de algún pasajero. Con un báscula portátil en mano va preguntando a aquellos pasajeros que piensa que pudieran llevar sobrepeso. Nosotros ya veníamos preparados y llevamos en una bolsa algunos objetos para aligerar nuestras maletas.
Por fin nos dicen que podemos embarcar y a la hora prevista sale nuestro tren. El trayecto dura 3h 20 min, pero gracias a la tablet, el tiempo se nos pasa volando. Cuando llegamos a Quebec hace bastante calor y tenemos un buen paseo con las maletas a cuestas. La estación de tren se encuentra en la parte baja de la ciudad, mientras que la agencia de alquiler de coches Hertz se encuentra en la parte alta. Aunque solo son 500 metros, se nos hacen eternos ya que las cuestas tienen bastante pendiente.
Llegamos a la agencia de Hertz y recogemos nuestro coche. De nuevo nos dan un Toyota Corola como en Quebec, aunque este es algo más antiguo.
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Coche de alquiler en Quebec |
Colocamos nuestro GPS y nos ponemos en marcha. En el camino hacia Tadoussac tenemos varios
lugares de interés que visitar. El primero de ellos se encuentra a unos 15 kms y es muy espectacular. Estamos hablando de las
"Cataratas de Montmorency". Existen dos accesos, uno situado en la base del teleférico, bajo las cascadas y otro situado cerca del restaurante Manoir Montmorency, en la parte alta de las cascadas. En nuestro caso, accedimos al parking situado cerca del restaurante pero porque la suerte nos condujo hasta él.
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Restaurante Manoir Montmorency - Quebec |
Nos salimos de la carretera principal y estuvimos callejeando por un pueblo y finalmente llegamos
hasta aquí. El precio por acceder al recinto es de
10$ CAD.
Estas cataratas miden 83 metros de altura, y no tienen nada que envidiar a las cataratas del Niágara.
Desde el parking hay un pequeño camino que conduce a las cataratas. Según nos vamos acercando nos damos cuenta de la espectacularidad de estas cataratas.
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Cataratas de Montmorency - Quebec |
Una pasarela de madera nos va llevando hasta un puente que cruza las cataratas de lado a lado.
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Cataratas de Montmorency - Quebec |
Cuando se camina sobre este puente la impresión es muy fuerte. A nuestra mano izquierda las aguas
llegan de forma tranquila
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Cataratas de Montmorency - Quebec |
Nada que ver con la fuerza y violencia con la que las aguas afrontan el desnivel de más de 80 metros
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Cataratas de Montmorency - Quebec |
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Cataratas de Montmorency - Quebec |
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Cataratas de Montmorency - Quebec |
Una vez cruzado el puente, tenemos que seguir un camino que nos llevará hasta una escalera que desciende hasta la base de las cataratas.
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Cataratas de Montmorency - Quebec |
Nosotros decidimos no bajar hasta la base, ya que el camino de escaleras de regreso sería matador.
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Cataratas de Montmorency - Quebec |
Tranquilamente vamos regresando hacia la catarata, disfrutando de cada momento ante un
espectáculo de la naturaleza que no tiene igual.
Cuando regresamos al parking para ponernos de nuevo en marcha, el destino nos juega una mala pasada. Mientras sacamos las mochilas del maletero, las llaves se nos quedan dentro y el coche se queda cerrado. Menudo cabreo que pillamos. Por suerte teníamos una tarjeta con el teléfono donde debíamos llamar. Primero llamamos a Hertz y nos dicen que para resolver la incidencia tenemos que llamar al servicio de asistencia en carretera. Después de hablar 45 minutos con un empleado bastante poco colaborador, nos cuelgan la llamada. No puedo explicar con palabras la furia que se siente en esos momentos... Volvemos a llamar al servicio de asistencia y esta vez tenemos más suerte, ya que la chica que nos atiende esta vez es mucho más agradable. Después de pasarle todos los datos, nos comenta que tenemos que esperar a que una grúa nos venga a ayudar. La espera se nos hizo eterna... Más de 1h 30min hasta que vimos llegar a la grúa. Sinceramente en esos momentos estábamos muy contrariados ya que pensábamos que el operario vendría con una segunda llave pero no fue así. De repente saco una bolsa de plástico y una pera que insertó en una de las esquinas de una de las puertas hasta que consiguió hacer espacio para meter un gancho y abrir la puerta. Nos quedamos alucinados !!! Con este sistema seguro que te abren cualquier coche. Menos mal que habíamos contratado el servicio de asistencia en carretera y estábamos cubiertos. No me quiero imaginar cuanto habría costado la faena de marras.
Todavía cabreados entre nosotros, nos montamos en el coche y retomamos nuestro camino. Ahora íbamos con el tiempo bastante apretado para llegar hacia Tadoussac antes de que se hiciera de noche. En el GPS ponía que estábamos a casi 4 horas de camino !!!
Casi dos horas más tarde de lo que teníamos previsto, llegamos a la espectacular
"Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré", y con nosotros, un chaparrón tremendo que ha dejado todo el cielo cubierto, lo que nos impide disfrutar de la espectacular fachada de este lugar de peregrinaje.
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Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
Nos bajamos del coche, y corriendo accedemos a la basílica.
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Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
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Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
Lo primero que llama la atención son los frescos que cubren las bóvedas del edificio
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Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
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Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
La gran altura de las dos columnatas situadas a ambos lados de la nave principal aumentan aún más la
impresión de magnitud de este edificio.
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Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
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Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
Detrás del altar mayor encontramos varias capillas que destacan por el color de sus paredes y techos
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Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
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Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
En un piso inferior se encuentra una curiosa cripta. El color azul que cubre los techos de la cripta le da un ambiente especial
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Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
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Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
Cuando salimos de la basílica, el panorama no ha cambiado mucho
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Exteriores Basílica de Sainte-Anne-de-Beaupré - Quebec |
Con el problema del coche no hemos podido comer a sí que decidimos buscar algún sitio donde comer algo rápido. A pocos metros encontramos una pequeña cafetería-restaurante llamada
"Cafe Bistro Le Ste Anne". Comemos rápidamente porque la lluvia no cesa, y el cielo cada vez se está poniendo más oscuro.
El trayecto en coche es un verdadero infierno. La lluvia solo hace que aumentar y el limpia parabrisas no da abasto. Llega un momento en que pasamos bastante miedo, ya que se está haciendo de noche, y la cosa no mejora. Cuando llevamos dos horas de camino, hacemos cambio de turno, y me toca a mi. Cuando ya se empieza a hacer de noche, empezamos a sentir el miedo de aquellas películas en las que te persigue un coche que ves como se acerca y parece que te va a sacar de la carretera. El caso es que la mayoría de coches son jeeps o camionetas que son más altas que nuestro coche, con lo cual sus luces nos van deslumbrando continuamente. Nosotros iremos a 90 km/hora o menos, pero con esa lluvia nos parece imposible. Aunque suene a exageración, yo voy rezando mientras conduzco pidiendo que lleguemos al ferry que cruza el Fiordo de Saguenay. El GPS dice que falta poco para llegar, pero nosotros no vemos ni rastro del embarcadero. Finalmente llegamos a un pueblo en el que de repente la carretera se limita a un solo carril que está delimitado por conos. Después de un par de kilómetros que parecen eternos por fin subimos nuestro coche al ferry que de forma gratuita cruza varias veces cada hora el Fiordo
https://www.traversiers.com/en/our-ferries/tadoussac-baie-sainte-catherine-ferry/schedules/
El ferry va completamente lleno, y eso que son las 21h y es noche cerrada.
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Ferry Fiordo de Saguenay - Tadoussac |
Durante el trayecto del ferry aprovechamos para estirar las piernas y relajarnos de la tensión del viaje. Por suerte, la fuerte lluvia empieza a amainar cuando el ferry alcanza la otra orilla del Saguenay. La salida de los vehículos es muy rápida y ahora nos toca encontrar nuestro hotel. Con la oscuridad se confunden los alojamientos. Además la mayoría de ellos se encuentran en la calle principal. Por suerte nuestro hotel, el
"Hôtel-Motel Le Beluga", es de los primeros situado en la Rue des Pionniers
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Hôtel-Motel Le Beluga - Tadoussac |
No sabemos si estaba previsto así, o ha sido casualidad pero nos ha tocado una habitación en la planta baja, lo cual es una suerte en este hotel, ya que no hay ascensor, y subir nuestras maletas a la segunda planta hubiera sido el remate de un día que no ha ido nada fino.
Hemos llegado muy tarde y es difícil encontrar algún sitio abierto en Tadoussac donde poder cenar algo. Probamos en varios sitios y en todos nos dicen que la cocina ya ha cerrado.
Esto es Canadá !!! Finalmente encontramos un sitio abierto,
"Le Restaurant Chez Mathilde". Desde el momento que entramos, en seguida nos dimos cuenta que el sitio era caro caro. Baste como ejemplo que había un duo de jazz amenizando la velada. Cuando nos trajeron la carta, se confirmaron las sospechas. De cualquier forma, después del día que habíamos pasado, un día es un día, y tampoco había muchas otras opciones abiertas. Decidimos tomárnoslo con calma y disfrutar del momento. Pedimos una botella de vino ( el más barato de la carta ) con el que acompañar el risotto y la carne
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Cena en Le Restaurant Chez Mathilde - Tadoussac |
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Cena en Le Restaurant Chez Mathilde - Tadoussac |
La cena nos sabe a gloria, y la verdad que está todo riquísimo, pero el precio es excesivo ( una botella de vino blanco, un risotto y un plato de carne por
115$ CAD ). Bueno, mañana será otro día y seguro que buscaremos otros lugares donde comer o cenar por un precio mucho más moderado.
Regresamos paseando tranquilamente al hotel, dando gracias a Dios por haber llegado sanos y salvos a Tadoussac, después de sufrir 4 horas de intensa lluvia mientras conducíamos. Continúa la lectura de nuestro diario en la entrada
"USA y Canada 2014 Dia 12 – Viernes 1 de Agosto de 2014 – Avistamiento de ballenas en Tadoussac"
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